El IMV se ha consolidado como una herramienta clave dentro de la protección social en España. Nació como medida contra la pobreza y hoy funciona como un colchón económico para que ningún hogar quede por debajo de un umbral mínimo de ingresos, alineado con otros programas europeos de rentas mínimas. Según el Instituto Nacional de la Seguridad Social, ya llega a 773.272 hogares donde viven 2.363.554 personas, con un crecimiento del 18,1 por ciento en familias beneficiarias en el último año. No es poca cosa.
Cómo afecta el nuevo cambio del Ingreso Mínimo Vital a quienes agotan el paro
Teniendo en cuenta el volumen de personas que solicitan esta prestación, el Gobierno ha decidido modificar el funcionamiento del IMV para facilitar el acceso, especialmente a quienes están desempleados y a punto de agotar su prestación. Hasta ahora, cuando una persona terminaba de cobrar el paro, debía iniciar una nueva solicitud del IMV y enfrentarse a toda la gestión administrativa. ¿El problema? Un posible vacío entre el fin del cobro del desempleo y la aprobación de la ayuda.
Con la nueva normativa, este paso adicional desaparece. Las personas que estén cobrando una prestación por desempleo y se acerquen a su fin, sin haber encontrado trabajo, podrán acceder de forma automática al IMV, siempre que cumplan los requisitos establecidos. De este modo, se busca que el trámite sea más ágil y que la protección llegue sin interrupciones a quienes más lo necesitan.
Paso a paso del nuevo sistema del Ingreso Mínimo Vital gestionado por SEPE e INSS
El nuevo sistema se articula mediante una especie de pasarela entre el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y la Seguridad Social. ¿Cómo se desarrollará todo este proceso para la persona desempleada? Durante los tres meses previos al fin del subsidio por desempleo, el SEPE informará al ciudadano de la posibilidad de enviar sus datos y los de su unidad familiar para tramitar el IMV. Será necesario que la persona autorice expresamente ese envío de información.
A partir de esa autorización, el SEPE remitirá los datos al Instituto Nacional de la Seguridad Social, o a los organismos competentes en País Vasco y Navarra, dentro de los diez días posteriores al agotamiento del subsidio. Si la solicitud es aprobada, la fecha de inicio del derecho al IMV coincidirá exactamente con el día en que la persona dejó de recibir la prestación por desempleo, aunque los pagos comenzarán el primer día del mes siguiente. Esto quiere decir que se evita un hueco económico entre una ayuda y otra, algo especialmente relevante para los hogares que llegan justos a fin de mes.
Requisitos de residencia y vulnerabilidad económica para cobrar el Ingreso Mínimo Vital
Pese a la novedad en la tramitación, los requisitos básicos para acceder al IMV se mantienen sin cambios. En primer lugar, se exige residencia legal y efectiva en España durante al menos un año continuo. Se contemplan excepciones en casos como menores incorporados al hogar, víctimas de violencia de género o personas afectadas por trata.
El segundo gran requisito es encontrarse en situación de vulnerabilidad económica. Para determinarlo, se comparan los ingresos del año anterior con la renta garantizada según el tipo de unidad familiar. Solo pueden acceder al IMV quienes tengan unos ingresos mensuales inferiores, al menos, en diez euros a esa cuantía. Por lo tanto, no basta con estar en paro, hay que demostrar esa insuficiencia de recursos.
La gran pregunta para muchos será si este cambio les permitirá mantener cierta estabilidad cuando se les acaba el paro. Al fin y al cabo, se trata de que el Ingreso Mínimo Vital funcione como lo que pretende ser: una red que evita que los hogares más vulnerables caigan en un vacío de ingresos justo en el momento más delicado.







