Los que hemos jugado al Tetris con cacerolas sabemos que cada centímetro de la cocina vale oro. Cambiar una simple balda puede significar un hueco extra para la freidora de aire, y quitar un mueble inútil, evitar el clásico «¿dónde meto ahora las sartenes?». Por eso once interioristas han desvelado, sin pelos en la lengua, qué elementos de los 2000 deben pasar a mejor vida en 2025. El objetivo es liberar superficie, ganar almacenaje y, de paso, presumir de cocina bonita. ¿Te tienta la reforma? Antes de echar cuentas con la cartera, mira qué piezas conviene desterrar. Tu espalda (y tu presupuesto) lo agradecerán.
¿Por qué los escritorios integrados ya no tienen sentido?
Hace veinte años parecía brillante pagar facturas al lado de la vitro, pero la realidad ha sido otra. Kelsey Matyas lamenta que esos «centros de mando» solo atraen montones de papeles y tapan espacio que vendría de perlas para una despensa o una barra de café.
En 2025 la tendencia es clara: si necesitas un rincón de oficina, mejor fuera de la cocina. Así evitas la tentación de amontonar cartas junto al mortero y, de paso, ganas encimera para picar verduras a tus anchas.
Islas de dos niveles: ¿fueron un error?
Las barras elevadas triunfaron al principio de los 2000, cuando comer de pie molaba. Hoy se consideran un obstáculo visual y un incordio para limpiar. Emma Corner explica que esa división «separa en lugar de unir» y roba superficie útil.
La apuesta actual son islas enormes, de un solo nivel y con caída tipo waterfall que sirvan tanto para amasar masa de pizza como para apoyar las copas de vino cuando llegan los amigos.
Adiós al microondas sobre la placa: la estética manda
Colocar el microondas encima de los fuegos era cómodo, sí; bonito, no. Según Michelle Murphy, esa solución destroza la simetría y arruina la ocasión de lucir una campana decorativa.
La alternativa pasa por esconder el aparato en un mueble bajo o en la despensa, dejando que la campana (en piedra o metal envejecido) sea la estrella del frontal de cocina.
Campanas de acero inoxidable: fin de una era
Durante años simbolizaron la cocina industrial, pero en 2025 se buscan texturas y calidez. Allison Handler lo dice sin rodeos: «Son básicas y, francamente, feas».
Ahora triunfan las campanas de estuco, madera o latón sin lacar.
Guía exprés para reformar tu cocina sin caer en viejos errores
Anticípate a los disgustos de obra con estos pasos sencillos:
- Haz inventario de trastos y mide cuántos huecos reales necesitas antes de diseñar armarios.
- Redibuja el triángulo de trabajo (fregadero, placa y frigorífico) cuando elimines la isla de dos niveles o el microondas aéreo.
- Reserva una partida del presupuesto para una campana personalizada: marcará la diferencia sin multiplicar el coste total.
Seguir esta hoja de ruta evita improvisaciones de última hora y, por tanto, facturas sorpresa. De ahí que los interioristas insistan en planificar hasta el último enchufe antes de que el albañil coja la radial.