Paró a comprar una bebida y salió con 1 millón: la historia del obrero y en que gastó su dinero

A todos nos ha pasado: revisas tu cuenta bancaria y ves que quedan poco más de diez euros y suspiras para que llegue la próxima nómina. Adam López, un operario de 39 años de Norwich (Inglaterra), estaba exactamente en esa situación con 12,40 libras cuando hizo una parada rutinaria para comprar una bebida. Lo que no esperaba es que el antojo hidratante escondiera un boleto de Rasca y Gana con 1.000.000 de libras ( 1.155.665 euros) detrás.

Ahora, donde antes había preocupaciones para llegar a fin de mes, hay un Range Rover Sport, un presupuesto para “mimar” a la familia y hasta unas vacaciones en Barbados. Sobra decir que su rostro ya no es el mismo que el de aquel conductor que aparcó con el depósito en reserva.

¿Cómo se enteró Adam de que el premio era real?

En cuanto salió de la tienda, Adam se sentó en el coche y, casi por inercia, rascó el cartón. Al ver la cifra se quedó mudo: un millón de libras impresas a todo color. Sin gritos de película ni saltos en cámara lenta, guardó el boleto en la guantera y puso rumbo a casa con las manos todavía temblando.

Su cuenta corriente pasó de 12,40 libras a una cifra inimaginable. Nada más llegar, lo primero fue enseñarle el cartón a su madre y llamar a la Lotería Nacional para confirmar que la cosa iba en serio. Solo entonces se permitió creer que aquella promesa de su padre fallecido (“siempre os cuidaré”) podía haberse materializado en papel de rascar.

¿En qué va a gastar el dinero?

Lo primero fue darse un capricho sobre ruedas: un Range Rover Sport reluciente para él y, ya que estaba de compras, otro Range Rover Evoque para su madre. Después reservó unas vacaciones en Barbados para él, su madre y su padrastro; y, por si acaso, dejó caer que quizás se anime a volar en primera clase hasta Nueva York para saludar a unos amigos.

Aun con tanto parné sobre la mesa, Adam no ha perdido el norte. Ha elaborado un presupuesto claro que separa el “dinero para disfrutar” del “dinero para el futuro”. El objetivo es sencillo: que la alegría del premio dure mucho más que la espuma de la primera celebración.

Pasos para no perder el norte si la suerte también te sonríe

Antes de que empieces a soñar con mansiones y yates, toma nota de la estrategia de Adam, que bien puede servirte si un día te cae un premio parecido:

  • Confirma la victoria: llama a la entidad organizadora y verifica el premio antes de contárselo a medio barrio.
  • Protege el cartón (o boleto): guárdalo en un lugar seguro —sí, la guantera también vale— hasta que completes los trámites.
  • Traza un presupuesto: separa un fondo para caprichos inmediatos y otro para el futuro; evita que el dinero se evapore en un parpadeo.
  • Incluye a la familia (si quieres): un regalo bien pensado puede hacer que la alegría sea compartida y evite envidias posteriores.

Estas cuatro pautas, sencillas pero efectivas, ayudan a pasar del “¡me ha tocado!”, al “¡sigo disfrutándolo cinco años después!”, sin sobresaltos financieros innecesarios. Dale a la suerte un plan y verás cómo dura mucho más.

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