Fundada en 1957 por Jesús Pérez y Olvido Ruiz de Valbuena, la empresa familiar ha formado a más de 100.000 alumnos y suma nueve centros con 420 trabajadores. La tercera generación está al frente desde 2022 y prevé igualar o superar la facturación en 2025.
La historia de Adams arranca en la posguerra y llega hasta hoy con una misma brújula: convertir la preparación de oposiciones en un proyecto familiar de tres generaciones. De un piso en Sagasta a una red de centros y una facturación de 38,2 millones de euros en 2024. ¿Cómo se construye un legado así?
Una historia familiar que impulsa a Adams, líder en oposiciones en España
Sus fundadores, Jesús Pérez y Olvido Ruiz de Valbuena, emigraron a Madrid y, tras opositar él a secretario municipal, empezaron a elaborar y vender por correo textos jurídicos y formularios para ayuntamientos. Ese fue el germen editorial. Después, el director del Instituto de Estudios de la Administración Local contactó con Jesús y el matrimonio se atrevió con su propio proyecto.
Con 50.000 pesetas prestadas, abrieron la academia en 1957 en Sagasta (Madrid). Él se centró en la vertiente comercial y ella en la académica. Desde entonces, la empresa creció sin perder el aire de casa: apellidos que se repiten, profesionales veteranos y una cultura de esfuerzo. ¿Quién está detrás de estas cifras? Una familia que convirtió su experiencia como opositores en una metodología.
Crecimiento por generaciones y expansión con nueve centros y 420 trabajadores
La segunda generación (María Jesús, Félix y Jesús) se incorporó progresivamente y tomó el timón en 1986, tras la jubilación del fundador. A partir de ahí, arrancó una expansión por España y también a México. Lo que por fuera parece una academia más, por dentro funciona como una compañía con cientos de empleados y procesos maduros, pero con sello familiar.
En 2010 salió Félix. Después se incorporó Julia Pérez y, en 2021, llegaron Jesús Pérez (Barcelona, 1989) y Ana Zumalacárregui (Madrid, 1986). Desde 2022, Jesús Pérez es director general. La casa sigue siendo la misma, pero con nuevas manos al frente. Y con un reto claro: relevar a profesionales que se jubilan manteniendo la misma ilusión.
Facturación de 38,2 millones en 2024 y objetivos próximos para 2025
El presente viene con números contundentes: “Facturamos 38,2 millones de euros“ en 2024, y el objetivo es igualar o superar esa cifra en 2025. Más allá del volumen, la compañía reivindica su impacto: miles de aprobados y formación para más de 100.000 personas desde su nacimiento.
El futuro mira a la cuarta generación, aún lejana por edad. De momento, el plan es claro: asegurar el relevo de equipos veteranos, preservar los valores familiares y seguir sumando aprobados. En resumen, continuidad con ambición. ¿Quién dijo que tradición y crecimiento no podían ir de la mano?







