Imagina que tiras un tabique y, en lugar de polvo y escombros, te topas con tu infancia envuelta en papel de regalo. Piensa en ese juguete que creíste perdido para siempre y en la expresión de tu madre asegurándote que “todos recibieron lo mismo”. Ahora ponle fecha: 1978. Añade la emoción de un hombre adulto al reconocer su nombre escrito con rotulador. Y remata la escena con la típica broma familiar sobre regalos contados al milímetro. ¿Te suena? Pues así arrancó una reforma doméstica que terminó convirtiéndose en anécdota viral.
¿Qué había al otro lado del tabique?
Cuando Tim, constructor de profesión, empezó a demoler la pared del baño familiar lo hizo con la rutina de quien ya ha derribado media casa. Sin embargo, antes de dar el golpe final se asomó por una grieta y descubrió un paquete perfectamente envuelto, cubierto de polvo y con un nombre que le resultaba bastante familiar: el suyo.
Dentro encontró un juego de aviones que, según calcula, era completamente nuevo en 1978, cuando él tenía unos 6 años. La caja llevaba casi medio siglo escondida, convertida sin querer en cápsula del tiempo y en motivo de la broma navideña más longeva de la familia King.
¿Cómo pudo perderse un juguete durante 46 años?
Tim recuerda que sus padres solían esconder los regalos en el ático para despistar a los niños curiosos. Aparentemente, aquella caja cayó por accidente hasta el sótano y nadie volvió a verla… hasta ahora.
La anécdota toca la fibra familiar: “Tengo una hermana y mi madre siempre ha sido muy exigente en darnos exactamente la misma cantidad de regalos”, contó a la revista People. “Hemos estado bromeando sobre que me han privado de un regalo durante 46 años”. El 27 de diciembre subió a Instagram el vídeo del hallazgo y, hasta el 4 de enero, la publicación acumulaba más de 35.000 me gusta.
Qué debes hacer si descubres un tesoro oculto en casa
Encontrarte un objeto antiguo entre las paredes no ocurre todos los días, pero conviene saber cómo actuar para que la emoción no te juegue una mala pasada.
- Documenta el hallazgo con fotos o vídeo antes de mover nada.
- Comprueba el estado del objeto y, si es valioso, considera llamar a un perito.
- Informa a los dueños de la vivienda (si no eres tú) para evitar malentendidos legales.
- Conserva el envoltorio original: puede añadir valor sentimental… y económico.
En definitiva, mantén la calma y guarda pruebas; tu descubrimiento puede terminar convirtiéndose, como le ocurrió a Tim, en una historia digna de compartir en redes y, con un poco de suerte, en ese regalo atrasado que nunca pensaste recuperar.