En nuestro país, el acceso a la jubilación anticipada por discapacidad está regulado por normativas específicas que buscan proteger a los trabajadores con enfermedades que reducen su esperanza de vida y/o afectan a su capacidad laboral. Actualmente, se permite la jubilación desde los 56 años a personas con un grado de discapacidad igual o superior al 45%. Sin embargo, si el grado de discapacidad es del 65% o más, es posible retirarse del mercado laboral a partir de los 52 años. Este mecanismo está diseñado para aliviar la carga que enfrentan las personas con enfermedades crónicas o degenerativas, quienes a menudo encuentran mayores dificultades para desempeñarse en sus trabajos debido a limitaciones físicas o cognitivas.
Las 11 nuevas enfermedades propuestas para la jubilación anticipada
El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha solicitado al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones la inclusión de 11 nuevas enfermedades en el listado de patologías que permite acceder a la jubilación anticipada por discapacidad. Estas enfermedades son: artritis reumatoide, encefalomielitis miálgica (Síndrome de Fatiga Crónica), amiloidosis por transtiretina variante, Enfermedad de Huntington, Parkinson, distrofia miotónica tipo 1, espina bífida, fibromialgia, inmunodeficiencias primarias, lupus eritematoso sistemático y esclerosis sistemática.
Para poder beneficiarse de la jubilación anticipada por discapacidad, además de contar con un diagnóstico de alguna de las enfermedades reconocidas, es necesario cumplir con ciertos requisitos:
- Grado de discapacidad: Tener al menos un 45% de discapacidad (jubilación desde los 56 años) o un 65% (desde los 52 años).
- Años cotizados: Haber cotizado un mínimo de 15 años a la Seguridad Social, de los cuales al menos 5 deben haber transcurrido con la discapacidad reconocida.
- Impacto de la enfermedad en la esperanza de vida: La enfermedad debe estar demostrada como una condición que reduce la esperanza de vida en comparación con la población general.
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones está evaluando la viabilidad de incluir estas nuevas enfermedades en la normativa. De ser aprobada la propuesta del CERMI, miles de personas con estas condiciones podrían acceder a la jubilación anticipada, mejorando su calidad de vida y aliviando la presión de tener que seguir trabajando a pesar de sus limitaciones de salud.
Así está la situación actual y estos son los próximos pasos a seguir
Las asociaciones de pacientes y organizaciones de personas con discapacidad han celebrado esta iniciativa, ya que permitiría a quienes sufren estas enfermedades retirarse del ámbito laboral en condiciones más dignas. No obstante, aún se espera una respuesta oficial por parte del Gobierno sobre la implementación de esta medida. Esta reforma, de ser aprobada, representaría un avance significativo en los derechos laborales de las personas con enfermedades discapacitantes, garantizando que puedan disfrutar de una jubilación acorde a sus necesidades de salud y bienestar.