Bob Major, de 66 años y vecino de Glen Rock (Nueva Jersey), transformó un despido en oportunidad: creó un servicio local de mantenimiento y ahora solo trabaja cuatro días por semana. ¿La clave? Mantenerse ocupado y ajustar el rumbo cuando el mercado laboral se cierra.
Tras una década en servicios financieros, lo despidieron a los 59 años. Probó suerte buscando empleo en redes como Facebook y LinkedIn, pero no llegó la llamada. Lejos de rendirse, dio un giro: “Empecé a pensar en abrir mi propio negocio, algo que siempre había querido hacer”.
Quién puede emprender cerca de la jubilación tras un despido y seguir activo
Este caso inspira a quienes, tras un despido tardío, aún no quieren jubilarse. ¿Te reconoces en esa inquietud por seguir útil y con la mente en marcha? Bob lo tuvo claro: mantenerse activo física y mentalmente. Ni corto ni perezoso, convirtió sus habilidades domésticas en un oficio con demanda.
Durante casi un año buscó sin éxito un nuevo puesto. La alternativa fue emprender con lo que tenía a mano: experiencia vital, un garaje lleno de herramientas y disposición para aprender a cobrar lo justo.
¿Cuáles son las fechas clave del despido, la búsqueda de empleo y el arranque del negocio? Primero, el golpe: junio de 2018. Después, meses de intentos laborales. Por último, el inicio real: mayo de 2019. En cuanto publicó un anuncio en un grupo local de Facebook, llegó la primera llamada: cambiar la tapa de un inodoro por 35 dólares.
“Era amable y muy educado”, dejó escrito aquel cliente, y empezaron a llover encargos: colgar cuadros, estanterías y televisores, instalar buzones y camas elásticas. “Las llamadas me llegaban a raudales”, recuerda. A continuación, un resumen con los datos esenciales del caso para situarse de un vistazo:
Aspecto | Dato clave |
---|---|
Edad al despido | 59 años |
Residencia | Glen Rock (Nueva Jersey) |
Sector anterior | Servicios financieros (una década) |
Fecha del despido | Junio de 2018 |
Puesta en marcha | Mayo de 2019 |
Primer trabajo | Cambiar tapa de inodoro (35 $) |
Promoción | Anuncio en Facebook, grupo local |
Jornada actual | Cuatro días a la semana, trabajos locales |
Estos hitos muestran que el cambio fue gradual y planificado: primero sobrevivir al despido, luego validar el servicio y finalmente estabilizar la carga de trabajo.
Procedimiento para iniciar un pequeño negocio de chapuzas desde cero
Antes de lanzarse, Bob aseguró la parte legal y organizativa. Empezó con lo imprescindible y fue afinando precios y servicio al cliente. ¿Qué pasos siguió en la práctica?
- Licencia de contratista por 100 dólares (sin examen) y seguro de responsabilidad civil.
- Constitución de una LLC para separar el patrimonio personal.
- Anuncio en un grupo local de Facebook para captar los primeros clientes.
- Primera reseña positiva que actuó como aval: “Era amable y muy educado.”
- Ajuste de tarifas tras investigar precios habituales en internet.
- Enfoque en la atención al cliente: devolver llamadas y dar seguimiento a presupuestos.
Este orden le permitió arrancar con poco coste y ganar tracción rápido, corrigiendo el principal fallo inicial: cobrar demasiado poco. “Fue un gran obstáculo que tuve que superar.”
Qué cambia en la vida laboral y cómo organizar la jornada semanal
Antes perdía hasta tres horas diarias en desplazamientos a Nueva York; ahora todos los trabajos son locales. El impacto en calidad de vida es evidente: más tiempo, menos estrés y control de la agenda. ¿Resultado? Cinco años después, decidió bajar el ritmo y concentrar la actividad en cuatro días a la semana.
Además, la motivación no es solo económica. “Me encanta interactuar con la gente y ayudarla.” Y su objetivo personal quedó claro: “Poder relajarme con mi esposa, ganar dinero y mantenerme ocupado.”
Este testimonio deja una idea de fondo: cuando una gran empresa cierra una puerta, la experiencia acumulada puede abrir otra. Emprender cerca de la jubilación no es un imposible; es una opción real para seguir trabajando en tus propios términos.