Shoji Morimoto triunfa en Japón por cobrar hasta 185 euros por acompañar a personas en su día a día, sin hacer nada más.
El japonés Shoji Morimoto, de 41 años, ha conseguido llamar la atención de miles de personas en redes sociales y medios de comunicación gracias a un negocio tan peculiar como rentable. Su labor consiste en “alquilarse” a sí mismo para acompañar a quien lo desee en diferentes actividades cotidianas, sin aportar nada más que su mera presencia. Eso sí, esta idea le ha permitido ingresar alrededor de 80.000 euros en el último año.
¿En qué consiste este innovador servicio de alquiler personal que triunfa en Japón?
Morimoto detalla que su trabajo es estar donde sus clientes quieran que esté, sin desempeñar ninguna labor en especial. “Básicamente, me alquilo”, afirma. “Elijo acompañar a la persona en su día a día, hablar con ellos o simplemente escuchar sus historias”. Gracias a este planteamiento, se ha convertido en una celebridad en redes sociales como X, donde tiene cientos de miles de seguidores y un elevado número de clientes habituales.
¿Te imaginas cobrar por no hacer nada? Según explica, muchos de sus momentos favoritos ocurren cuando el cliente le cuenta sus motivos o preocupaciones, logrando que se sientan comprendidos y, sobre todo, menos solos. Para algunos, se ha convertido en una verdadera terapia informal que les reconforta.
Cómo Shoji Morimoto logra ganar 80.000 euros sin hacer casi nada
Morimoto cobra de 10.000 a 30.000 yenes (entre 61,80 y 185 euros) por cada sesión de acompañamiento. En los últimos cuatro años ha atendido unas 4.000 citas, con una duración media de dos a tres horas. Gracias a esta frecuencia de trabajo, el pasado año alcanzó unos 80.000 euros de ingresos.
Tal es la demanda de este servicio que hay clientes que le contratan de forma recurrente para compartir charlas, paseos o incluso realizar actividades tan sencillas como contemplar el paisaje. Uno de ellos llegó a solicitar sus servicios más de 270 veces. Sin embargo, no todo tiene cabida en este negocio: Morimoto ha rechazado ofertas que implicaban actividades sexuales, trasladar objetos pesados o viajar a destinos demasiado lejanos sin un propósito claro.
Descubre las curiosas peticiones y motivos que impulsan este negocio en Japón
Es común que Morimoto reciba llamadas para actos cotidianos, como acompañar a alguien que prefiere no acudir solo a una cafetería o incluso darle un último adiós a una persona antes de que se marche en tren. ¿Por qué es tan popular? Muchas veces, la soledad o el deseo de sentirse escuchado empujan a contratar un servicio así.
Además, el “no hacer nada” se ha convertido en un valor añadido: quienes solo necesitan compañía ven en Morimoto la persona ideal, sin juicios ni exigencias. Esta fórmula tan sencilla ha sido suficiente para mantener a su familia, formada por su esposa y su hijo, aunque no revela con exactitud la cifra de sus ganancias mensuales.