El albañil cordobés Rafael Cubero desvela la cara B de la “tierra prometida”: sueldos de hasta 8.000 euros, pero también soledad, frío y mucha burocracia.
Rafael Cubero aterrizó en Suiza en 2012, empujado por la crisis española. Durante tres años durmió en un contenedor prefabricado y compartió baño con decenas de obreros. Hoy, con un título suizo de obra civil y dominio del alemán, puede llegar a cobrar 8.000 euros brutos mensuales. ¿Qué ha pasado entre medias? Sacrificio diario, formación continua y la voluntad de empezar desde cero.
Cuánto se cobra en la construcción suiza según experiencia, idioma y tipo de contrato
El salario depende de tres factores clave: años de oficio, nivel de alemán o francés y la categoría profesional que firme el contrato. Rafael empezó como peón con 4.400 francos brutos; tras deducir seguro médico y alojamiento le quedaban unos 3.000 € limpios. Esa cifra es el punto de partida de la mayoría de españoles sin idiomas.
Categoría profesional | Sueldo mensual aproximado |
---|---|
Peón sin idioma (neto) | 3.200 – 3.500 € |
Oficial cualificado (neto) | 4.000 – 6.000 € |
Oficial veterano con títulos suizos (bruto) | Hasta 8.000 € |
Por tanto, los mejores sueldos solo llegan tras acreditar estudios locales y muchos inviernos en la obra.
Las condiciones de vida iniciales: contenedores compartidos, soledad y costes elevados en Suiza
“El dinero parece mucho, pero aquí todo es carísimo”, resume Rafael. Quien aterriza sin contactos acaba compartiendo habitación o incluso contenedor. Además, la jornada física es intensa: frío en invierno, calor en verano y material pesado todo el año. Al terminar, el cuerpo solo pide cama y la cabeza echa de menos la familia. ¿Compensa?
Formación, idioma y resistencia física: los tres requisitos para prosperar en la obra helvética
Aprender alemán o francés no es opcional si se quiere ascender. Cubero invirtió tiempo en cursos nocturnos y consiguió un título de obra civil reconocido en Suiza; ese papel abrió la puerta a su nuevo salario. La empresa premia a quien rinde y se forma, pero cada jornada hay que demostrarlo.
Consejos antes de hacer las maletas
- Ahorrar en España para cubrir los primeros meses: la vivienda adelanta varios depósitos.
- Estudiar el idioma básico antes de volar: amplía oportunidades desde el día uno.
- Llevar contratos cerrados o, al menos, entrevistas concertadas: trabajar “en negro” se paga con expulsión.
- Asumir que los primeros trabajos serán los más duros y peor pagados.
Como ves, la paciencia es tan necesaria como el casco.
¿Merece la pena emigrar? Ventajas e inconvenientes que Rafael Cubero quiere que conozcas
Suiza ofrece seguridad laboral, salarios altos y posibilidad real de ahorrar. Sin embargo, la soledad duele, el clima es extremo y la administración no perdona errores. “Quien venga pensando en forrarse en un año se equivoca (advierte Rafael). Aquí hay oportunidades, sí, pero solo para el que se sacrifica y sabe adaptarse”.
Entonces, ¿compensa dejar tu vida en España por un sueldo suizo? La respuesta depende de la capacidad de cada uno para soportar el esfuerzo físico, el choque cultural y la distancia familiar. ¡Ojo! No todo es de color de rosa, pero para muchos la ecuación esfuerzo‑recompensa sigue saliendo a favor.