La compañía rescinde el contrato del conductor de la línea Logroño‑Soria‑Madrid después de que un vídeo viral mostrara la peligrosa maniobra y abre una investigación interna para depurar responsabilidades.
El caso enfrenta al conductor de un autobús de la empresa Alsa, que cubría la ruta Logroño‑Soria‑Madrid, con su ya ex empleadora. La compañía decidió cesarlo de forma inmediata tras difundirse en redes sociales un vídeo donde se observa un adelantamiento prohibido en plena curva, en el kilómetro 259 de la N‑111, a la altura del Puerto de Piqueras.
Alsa y el conductor del autobús implicado en un adelantamiento temerario en la carretera N‑111
Las imágenes, captadas desde el vehículo que circulaba detrás del autobús, muestran cómo el conductor invade el carril contrario pese a la línea continua y la falta de visibilidad. Solo unos segundos separaron la maniobra de un posible choque frontal, ya que otro coche apareció de frente al concluir el adelantamiento.
Con la difusión masiva del vídeo, Alsa emitió un comunicado confirmando que había abierto una investigación “nada más tener conocimiento de los hechos”. La empresa verificó que la infracción ocurrió el pasado 12 de junio y procedió a identificar al responsable, anunciando su “desvinculación con efectos inmediatos”.
Despido disciplinario y posibles consecuencias penales para el conductor
Además de la extinción del contrato, la compañía advierte de la posible imputación del chófer por un delito de conducción temeraria. El artículo 380 del Código Penal castiga estas conductas con penas de prisión de seis meses a dos años y la privación del derecho a conducir vehículos a motor durante uno a seis años cuando se ponga en peligro la vida o la integridad de las personas.
Este episodio refuerza el debate sobre la responsabilidad de las compañías de transporte en la supervisión de sus plantillas y la necesidad de protocolos estrictos frente a conductas que comprometan la seguridad vial. En un contexto de creciente escrutinio público gracias a las redes sociales, Alsa subraya que no tolerará infracciones que pongan en riesgo a pasajeros y terceros. Por este motivo, la firma sostiene que seguirá colaborando con las autoridades para depurar cualquier responsabilidad penal que pudiera derivarse de los hechos.
La rápida reacción empresarial y el eco generado en Internet prevén convertirse en precedente para casos similares, recordando a los conductores profesionales que, además de sanciones administrativas, un acto imprudente puede costarles su empleo y su habilitación para seguir al volante.