Una británica vive en un barco desde 2019 y confiesa lo más increíble: “Si quiero irme mañana, simplemente ….”

Elizabeth Earle se aventura a navegar por canales británicos, demostrando que la vida a bordo puede ser más económica de lo que parece, aunque no está exenta de retos.

El caso de Elizabeth Earle, una escritora e ilustradora que abandonó la vida en tierra firme para vivir en un barco desde 2019, está dando mucho que hablar. ¿Te imaginas embarcarte en una aventura similar? Su experiencia combina libertad, contacto con la naturaleza y una reducción de costes considerables, ya que asegura gastar alrededor de 5.700 euros al año, algo menos de 475 euros mensuales. Sin embargo, el acceso a servicios básicos, la organización de los suministros o la seguridad personal pueden complicar el día a día sobre el agua.

Vivir en un barco desde cero: desafíos y pasos para comenzar la aventura con éxito

Earle explica que invirtió 4.600 euros (unas 3.800 libras) en su primera embarcación, la cual compró en un canal británico. Durante los primeros meses, tuvo que apañárselas sin ducha, usar un balde como inodoro y soportar las gélidas temperaturas del invierno. “Ojo con la planificación, porque no siempre es fácil”, advierte. En su caso, el esfuerzo dio fruto cuando renovó el barco por completo y más tarde lo vendió por 20.000 libras, pudiendo así adquirir una embarcación más grande y cómoda.

Para quienes quieran seguir sus pasos, estos son algunos puntos clave:

  • Conocer el estado del barco y las reparaciones necesarias.
  • Contar con un plan de provisión de combustible, carbón y agua.
  • Verificar la disponibilidad de puntos de atraque y licencias de navegación.
  • Disponer de un fondo económico para imprevistos y reparaciones.

Por tanto, vivir en un barco puede llegar a compensar si se realiza un estudio previo que contemple los gastos y la logística de servicios básicos.

Conoce cuánto invierte Elizabeth Earle al año en gastos de mantenimiento y por qué puede no ser tan barato

El coste de 5.700 euros anuales incluye licencias, diésel, seguro, carbón y gas. Según Earle, la clave está en administrar bien los suministros y saber exactamente cuándo y dónde repostar. Para visualizar mejor estos gastos, se presenta la siguiente tabla de referencia aproximada:

ConceptoCoste anual estimado (euros)
Licencia de navegación1.200
Seguro y mantenimiento básico800
Combustible (diésel)1.000
Carbón y gas700
Otros costes (reparaciones)2.000

Estos importes pueden variar según el modelo de embarcación, las distancias navegadas o la zona elegida. De hecho, hay casos en que se invierte más de 100.000 libras solo en la compra inicial del barco. Por consiguiente, antes de lanzarse a esta experiencia es imprescindible planificar el presupuesto.

Ventajas e inconvenientes de vivir en un barco todo el año

Quien vive sobre el agua habla de sensaciones únicas. Earle cuenta que puede cambiar de paisaje cuando quiera y estar “en medio del campo” para disfrutar de la naturaleza. Además, señala que «Si quiero irme mañana, simplemente lo hago». Sin embargo, el día a día exige estar atento a detalles que en una casa convencional se dan por hechos.

Ventajas principales:

  1. Mayor independencia y libertad de movimiento.
  2. Coste mensual potencialmente inferior al de una vivienda en tierra.
  3. Contacto directo con la naturaleza y ritmo de vida más pausado.
  4. Comunidad unida en los canales, donde “siempre hay alguien dispuesto a ayudar”.

Inconvenientes:

  • Problemas cuando se estropea la calefacción en pleno invierno.
  • Organizar la recogida de basuras y el agua potable.
  • Seguridad por las zonas más solitarias.

Por otro lado, tener un inodoro de compostaje, ducharse en el gimnasio o cargar con sacos de carbón bajo la lluvia puede convertirse en parte de la rutina. De ahí que vivir en un barco requiera renunciar a ciertas comodidades. Como afirma otra propietaria, “si no estás preparado, puede ser un error muy costoso”.

Earle, advierte, que hay que ser realista con los sacrificios que conlleva. “Cuando voy a casa de un amigo y puedo usar su baño, no puedo creer la suerte que tengo”, bromea.

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