¿A quién no le ha pasado? Estás convencido de que nunca te va a tocar la lotería, pero aun así compras el boleto “por si acaso” mientras haces la compra del sábado. Luego sueñas despierto con aquello de decirle adiós al despertador para siempre y, de paso, invitar a tu cuñado a marisco sin mirar el precio. Imagina, entonces, que los números salen y resulta que te llevas el bote. La alegría te dispararía la adrenalina hasta niveles de campeonato olímpico. Pero, ¿y si en mitad del subidón alguien te avisa de que no verás ni un céntimo (sí, ni uno) por un tecnicismo? Agárrate, porque eso es exactamente lo que le ha ocurrido a una jubilada de Texas.
¿Qué le ha sucedido exactamente a la ganadora?
La protagonista, que prefiere permanecer en el anonimato, pensó que había asegurado su jubilación para varias vidas: 83,5 millones de dólares, es decir, unos 73 millones de euros al cambio exacto del 1 de julio de 2025. La euforia le duró poco. Al revisar la letra pequeña, la administración texana de lotería la dejó helada: el premio era “nulo” porque el boleto se había adquirido de forma irregular.
“Me han pintado como la mala de la película”, protestó la mujer. Sin embargo, las normas son claras como el cristal recién fregado: si el ticket se compra a través de ciertos intermediarios no autorizados, automáticamente se anula cualquier derecho al premio. Y aquí empieza el lío.
¿Dónde se compró el billete y qué descubrieron las autoridades?
Todo apunta a que la jubilada pagó 20 dólares en una aplicación de terceros que, supuestamente, usaba los terminales de una tienda de juegos de mesa. El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, visitó el establecimiento para comprobarlo y, sorpresa, detrás de los tableros de rol se escondían terminales de lotería más secretos que la receta de la Coca-Cola.
El Estado, con su conocida parsimonia burocrática y cierto tono de “esto no va con nosotros”, declaró inválida la apuesta. Y no solo eso: ha abierto una investigación a otro ganador que se llevó 95 millones de dólares en 2023 por si utilizó la misma picaresca digital.
Datos clave del caso
A continuación se resumen los números y hechos esenciales para entender por qué los 73 millones se esfumaron más rápido que un billete de 50 euros en rebajas:
Concepto | Detalle |
---|---|
Premio anunciado | 83,5 millones $ (≈ 73 millones €) |
Importe del boleto | 20 dólares |
Método de compra | App de terceros vinculada a tienda “oculta” |
Autoridad implicada | Vicegobernador Dan Patrick |
Situación actual | Premio anulado e investigación abierta |
Como ves, la suma era tan jugosa que cualquiera se habría imaginado en una playa del Caribe. No obstante, la falta de transparencia en la compra bastó para echar abajo el castillo de arena.
La moraleja es simple: en cuestiones de lotería, la emoción es gratis, pero los errores salen carísimos. A la jubilada texana le han costado 73 millones de euros. Tú, por si acaso, asegúrate de que cada apuesta pase por el aro legal. Porque, como dice el refrán, “más vale boleto en regla que millones volando”.