Una mujer experta en finanzas revela el “último pago oculto” de la hipoteca que no todos conocen: “Cuando has terminado de pagar tu última letra tienes que…”

Aunque la última cuota mensual marque el fin del pago de la vivienda, no completa el proceso de cancelación del préstamo. Existe un trámite adicional que pocos realizan y que puede acarrear gastos posteriores.

Terminar de pagar la hipoteca representa, para muchos, el final de una larga obligación con el banco. Sin embargo, cerrar ese capítulo no es tan sencillo como podría parecer. Una experta en finanzas ha advertido que, aun abonando la última letra, sigue siendo imprescindible completar la cancelación registral de la vivienda, un procedimiento que, de no hacerse a tiempo, puede conllevar costes extra.

Por qué pagar la última cuota de la hipoteca no significa haber terminado con la deuda

Una vez abonada la mensualidad final, la mayoría de propietarios piensa que el préstamo se ha extinguido por completo. ¿Te suena familiar? La banca no avisa de forma automática de este último requisito. De hecho, según explica la asesora Rocío Chipont, sin la cancelación registral tu inmueble seguirá constando como hipotecado.

El problema viene cuando intentas vender la vivienda y descubres que la carga aparece activa en el Registro de la Propiedad. En ese instante, el banco podría cobrarte una gestoría o comisión extra por tramitar la cancelación, algo que podrías haber solucionado antes por tu cuenta. La clave, por tanto, está en formalizar el proceso correctamente, sin confiar en que el último pago lo agilice todo de manera automática.

Estos son los principales gastos que tienes que afrontar desde el primer día de hipoteca

En realidad, el desembolso de la hipoteca no se limita a las cuotas mensuales. Hay costes asociados que comienzan antes de firmar el préstamo y se prolongan mientras dure la relación con la entidad financiera. ¿Sabías que algunos de ellos se mantienen incluso tras pagar el último euro? A continuación, se detallan los más frecuentes:

  1. Gastos de constitución de la hipoteca
    • Tasación de la vivienda
    • Comisión de apertura (si procede)
    • Gestoría (habitualmente cubierta por el banco, pero no siempre)
  2. Impuestos y gastos notariales
    • Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD)
    • Escritura de compraventa
    • Registro de la Propiedad
  3. Productos vinculados y seguros
    • Seguro de hogar (obligatorio disponer de uno)
    • Seguro de vida o de protección de pagos
    • Cuenta bancaria vinculada

¿Crees que con eso ya has cumplido todos los requisitos? Pues aún queda el coste de cancelación, que muchas veces pasa inadvertido.

Cómo hacer el procedimiento de cancelación para evitar sorpresas con tu vivienda hipotecada

El verdadero fin de la hipoteca llega cuando la carga desaparece del Registro de la Propiedad. Para lograrlo, es fundamental seguir estos pasos:

  1. Certificado de deuda cero
    Tras abonar la última cuota, hay que acudir al banco y solicitar un documento que certifique que no existe saldo pendiente.
  2. Escritura de cancelación en el notario
    Con el certificado en mano, es necesario acudir a la notaría. Allí se redacta la escritura que acredita la extinción de la hipoteca.
  3. Inscripción en el Registro de la Propiedad
    El último movimiento es presentar esa escritura en el Registro para actualizar la situación del inmueble.

Así, aunque supone un coste adicional, es la única manera de que la carga hipotecaria desaparezca de manera efectiva. El banco “no quiere que sepas estas cosas”, afirma la experta, porque en caso de que lo dejes pasar, podrían cobrarte más adelante por la misma gestión.

Tabla con los principales costes de cancelación

ConceptoCoste estimado*
Comisión por amortización anticipadaHasta el 2% (hipoteca fija) o 0,15% (variable)
Gastos notariales por escritura de cancelaciónEntre 200 y 400 euros
Registro de la PropiedadIncluido en la misma horquilla anterior
*Los importes pueden variar según cada entidad y la normativa vigente.

Como ves, no se trata de un gasto desorbitado en la mayoría de los casos, pero resulta fundamental preverlo para no llevarte un disgusto en el momento de vender o rehipotecar tu vivienda.

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