Esta prestación está enfocada a quienes no pudieron reunir los 15 años mínimos de cotización para acceder a la jubilación contributiva. Permite contar con unos ingresos garantizados, siempre que se cumplan unos requisitos de vulnerabilidad económica.
El sistema de Seguridad Social contempla una pensión para quienes, al cumplir 65 años, no hayan logrado cotizar lo suficiente para percibir la jubilación ordinaria. ¿Te interesa saber más? Esta ayuda, denominada pensión no contributiva, puede llegar hasta los 7.905,80 euros anuales y está destinada a asegurar unos ingresos mínimos. A continuación, explicamos a quién va dirigida, los requisitos que hay que cumplir y los trámites para solicitarla.
¿Quiénes pueden pedir la pensión no contributiva de jubilación?
En España, para acceder a la pensión contributiva de jubilación se exigen al menos 15 años de cotización, con dos de ellos comprendidos en los 15 anteriores a la fecha de la solicitud. Sin embargo, muchas personas no alcanzan esta cotización mínima y se encuentran sin ingresos al finalizar su vida laboral. Con el objetivo de evitar esta situación de desprotección, la Seguridad Social concede la pensión no contributiva a mayores de 65 años con recursos económicos limitados.
Esta prestación, regulada en el Real Decreto 357/1991, depende financieramente de la Seguridad Social, pero son las Comunidades Autónomas o el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) los encargados de su gestión. De ahí que sea fundamental cumplir los requisitos de edad, residencia en España y, sobre todo, de carencia de rentas.
A grandes rasgos, esto quiere decir que las personas solicitantes deben:
- Tener 65 años o más.
- Residir en España al menos 10 años, computados a partir de los 16 de edad, con un mínimo de dos consecutivos justo antes de pedir la pensión.
- Demostrar que los ingresos propios o del núcleo familiar no superan los límites establecidos.
Cuantías actualizadas, límites de ingresos y ejemplos para la pensión no contributiva en 2025
La pensión íntegra se sitúa en 564,70 euros mensuales (7.905,80 euros al año) y puede reducirse en función de las rentas de la persona beneficiaria. Nunca bajará, eso sí, de 141,18 euros mensuales (1.976,45 euros anuales), que representan el 25 % de la cuantía máxima.
Cuando existen otros beneficiarios de esta misma ayuda en el mismo domicilio, la pensión se reparte. Por ejemplo:
- Dos beneficiarios: cada uno percibe 480,00 euros mensuales (6.719,93 euros al año).
- Tres beneficiarios: cada uno percibe 451,76 euros mensuales (6.324,64 euros al año).
En cuanto a los ingresos máximos, la Seguridad Social contempla unos topes que determinan si puede solicitarse o mantenerse esta ayuda. Si se convive solo con el cónyuge o familiares de segundo grado, los límites anuales se recogen en la siguiente tabla:
Número de convivientes | Límite anual de ingresos (euros) |
---|---|
2 | 13.439,86 |
3 | 18.973,92 |
4 | 24.507,98 |
Por otro lado, si en la unidad familiar viven padres o hijos del solicitante, los topes suben de manera notable, llegando hasta 61.269,95 euros anuales para cuatro convivientes.
Trámites, documentación y plazos para solicitar la pensión no contributiva de jubilación
Para quienes estén pensando en tramitar esta prestación, conviene saber que deben dirigirse a los servicios sociales de la comunidad autónoma correspondiente o al Imserso. Allí se facilita el formulario oficial y se indican las pruebas de residencia y de ingresos que hay que presentar.
- Cómo solicitar: La solicitud puede hacerse en persona o por correo ordinario, enviando la documentación exigida. Algunas comunidades permiten tramitarla online si se dispone de certificado digital.
- Qué documentos se necesitan: Generalmente, fotocopia del DNI, certificado de empadronamiento, declaración de ingresos y justificantes económicos que permitan comprobar el nivel de recursos.
- Cuándo se cobra: Una vez concedida, la pensión se abona mensualmente y se revisa de manera anual. Cada primer trimestre, las personas beneficiarias deben presentar una declaración de rentas para que se confirme que siguen dentro de los límites.
¿En qué caso se perdería esta prestación? Solo dejaría de recibirse si el beneficiario supera los topes de renta o deja de residir en territorio español. Por tanto, “ojo con los plazos” y la documentación cada año para evitar suspensiones temporales.
La pensión no contributiva de jubilación se convierte en un sostén básico para quienes no cumplieron el mínimo de cotización exigido. La Seguridad Social, a través de este mecanismo, garantiza que las personas mayores de 65 años con bajos ingresos puedan contar con una ayuda que, en su modalidad íntegra, alcanza los 7.905,80 euros anuales en 2025.