Si tu contrato la contiene, podrías recibir un burofax con solo siete días de margen. Dirigida a inquilinos y propietarios, la noticia analiza por qué esta condición se cuela en miles de arrendamientos, qué dice la Ley de Arrendamientos Urbanos y cómo defenderse.
La posibilidad de independizarse se complica aún más. Aunque el Gobierno presume de proteger al inquilino, cada vez son más los contratos de alquiler que incluyen una cláusula de rescisión anticipada: otorga al propietario la facultad de echar al arrendatario cuando quiera, sin causa concreta y con un preaviso mínimo de siete días. ¿Sabías que basta con firmar para quedar expuesto?
Cuándo entra en vigor la cláusula de rescisión anticipada y cómo te afecta al margen de la Ley
La condición suele activarse en cualquier momento tras la firma. Al tratarse de un pacto privado, se integra automáticamente en el contrato y opera pese a que la LAU garantiza cinco años de permanencia mínima.
En la práctica, si el arrendador decide activar la cláusula, basta con comunicarlo por burofax o acto equivalente; el inquilino pierde el derecho a seguir en la vivienda y tampoco recibe indemnización. Por consiguiente, la estabilidad prometida por la normativa se esfuma. En la siguiente lista, puedes seguir el procedimiento paso a paso para reclamar si el propietario activa la cláusula y recurre al arbitraje
- Recepción del aviso. El casero envía un escrito anunciando la rescisión en siete días.
- Revisión del contrato. Conviene localizar la cláusula exacta y confirmar plazos.
- Consulta legal urgente. Colegios de abogados y asociaciones de consumidores ofrecen orientación gratuita inicial.
- Impugnación ante tribunales ordinarios. Aunque el documento remita a arbitraje, la vía judicial ordinaria sigue disponible si la parte lo impugna.
- Medidas cautelares. El juez puede suspender temporalmente el desalojo mientras se resuelve el litigio.
¿Te interesa saber más? Recuerda que los plazos corren rápido: cada día cuenta.
Documentos y requisitos para blindar tu contrato de alquiler frente a la rescisión libre
Antes de firmar, exige que todas las condiciones figuren por escrito y solicita copia de:
Documento | ¿Por qué es clave? |
---|---|
Borrador de contrato | Permite detectar cláusulas abusivas antes de la firma |
Anexo de arbitraje | Es el texto que suele esconder la rescisión exprés |
Inventario y estado de la vivienda | Puede respaldar reclamaciones posteriores |
Recibos de fianza y rentas | Acreditan pagos para evitar disputas económicas |
Como ves, una simple fotocopia puede ahorrarte disgustos.
Plazos de preaviso y compensaciones previstas en la Ley de Arrendamientos frente a esta práctica
Aunque la LAU establece un mínimo de 30 días para que el inquilino renuncie y cinco años de prórroga obligatoria para el propietario, la cláusula de rescisión anticipada intenta sortear esos límites mediante el arbitraje. No obstante, organizaciones de consumidores insisten: el arrendador no puede imponer condiciones que vacíen de contenido los derechos básicos. De ahí que los jueces estén anulando pactos similares cuando se acreditan desequilibrios. Consejos rápidos para no caer en la trampa
- Lee el contrato con calma y subraya todo lo que huela a “resolución unilateral”.
- Negocia la eliminación o, al menos, eleva el preaviso a 60 días.
- Pide que cualquier conflicto se dirima en los tribunales ordinarios.
- Guarda correos, whatsapps y recibos: podrían ser pruebas decisivas.
- ¿Dudas? Acude a un profesional antes de firmar; sale más barato que un desahucio.
Por otro lado, el Ministerio de Vivienda estudia reforzar los controles sobre estas cláusulas, pero por ahora la responsabilidad de detectar el riesgo recae en el arrendatario. Esto quiere decir que una lectura rápida puede costarte el piso.