Algunos lunes se parecen mucho a un déjà vu: suena el despertador, cruje la espalda y el cuerpo pide tregua. Quizá por eso te suene la imagen de agacharte a por las llaves y notar ese pinchazo traicionero en la zona lumbar. Sabes que el médico puede firmarte una incapacidad temporal, pero eso no significa barra libre de actividades.
Las empresas, cada vez con más lupa, contratan detectives privados para comprobar si el reposo es tan real como el parte médico. Y aquí llega la historia de Romeo (nombre simbólico, pero caso muy real), que pasó de estar tumbado por lumbociatalgia a quedarse sin empleo. ¿Moraleja? Conducir y limpiar el coche cuando tienes la espalda “en obras” puede resultar carísimo.
¿Por qué la empresa contrató a un detective durante la baja?
El trabajador llevaba al frente de la tienda desde 1990 y cayó de baja por incapacidad temporal el 31 de mayo de 2022. La incapacidad temporal (IT) es un permiso médico que te libera de trabajar mientras recuperas la salud. Sin embargo, la dirección sospechó cuando vio que la rehabilitación se alargaba y, el 18 de octubre de 2022, abrió un expediente contradictorio, un proceso interno para valorar un posible despido disciplinario. De ahí que optaran por la vía del detective privado: fotos, grabaciones y un informe con sello y fecha.
Por cierto, lumbociatalgia no es un conjuro extraño: se trata de un dolor que irradia de la zona lumbar al nervio ciático; la protrusión discal, por su parte, es un “deslizamiento” del disco intervertebral. Ambas dolencias implican reposo y fisioterapia, no precisamente maratones de limpieza de vehículos.
Actividades que echaron por tierra la incapacidad temporal
A continuación tienes las acciones que el detective documentó entre junio y octubre de 2022. Alguna te hará alzar la ceja, porque, sí, fregar el coche también cuenta:
- Conducción habitual de coche y moto.
- Limpieza minuciosa de su propio vehículo.
- Pequeñas compras y recados diarios.
Todas estas tareas cargan la columna lumbar y, en opinión médica, retrasan la recuperación. El informe llegó a la mesa de la empresa y el 2 de noviembre de 2022 Romeo fue despedido por “transgresión de la buena fe contractual”.
Cómo los tribunales avalaron el despido disciplinario
El Juzgado de lo Social n.º 1 de Málaga rechazó la demanda del trabajador y declaró el despido procedente. Romeo recurrió, pero el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, en sentencia de 1 de abril de 2024, ratificó que las actividades eran incompatibles con su estado de salud. Se apoyó en el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores, que permite el despido disciplinario cuando se rompe la buena fe contractual.
No contento, el trabajador acudió al Tribunal Supremo. El recurso de casación para unificación de doctrina pretendía comparar su caso con otro similar, pero la Sala IV concluyó el 24 de octubre de 2024 que no existía contradicción jurisprudencial. Traducido: los hechos no eran idénticos y, por tanto, la sentencia previa no servía de salvavidas. Resultado final: despido procedente confirmado.
Consejos para no acabar igual: qué hacer si estás de baja
Estar de baja no significa aislamiento total, pero sí coherencia con la lesión. Antes de colgarte la escoba o hacer una mudanza “porque ya te notas mejor”, consulta al médico y solicita por escrito lo que puedes o no puedes hacer. De hecho, guardar esos informes médicos es tu mejor escudo si la empresa decide vigilarte.
Por otro lado, recuerda que el detective privado es legal y sus pruebas suelen admitirse en juicio. Si la empresa duda, invertirá dinero (y algo de suspense) para obtener imágenes que pesen más que tu parte médico. Por consiguiente, mantén la coherencia: lo que subes a redes o haces en la calle debe coincidir con la gravedad de tu diagnóstico. Evitarás sustos, y, de paso, que tu espalda y tu nómina sufran a la vez.