Miles de madres y padres denuncian que la conciliación laboral vuelve a ser la gran asignatura pendiente de la vuelta al cole y exigen medidas a las empresas

Más de la mitad de los empleados (55%) no están satisfechos con la conciliación que ofrece su empresa. La reapertura de los colegios vuelve a tensar los horarios y organización familiar, reavivando un problema que persiste pese a las políticas anunciadas.

La vuelta al cole desnuda, otro septiembre más, los límites de la conciliación. Entre libros, extraescolares y adaptaciones horarias, muchos padres reconocen que no llegan. Y, sí, a veces todo se hace cuesta arriba.

La vuelta al cole evidencia la falta de conciliación laboral en España

Los primeros días de curso, con horarios reducidos y eventos de bienvenida, chocan con jornadas rígidas. Hay quien recurre a favores familiares o directamente a pedir días en el trabajo. Como resume Cristina Mulero, “La vuelta al cole supone un momento en que estas cuestiones se hacen más evidentes”.

No es una sensación aislada. Según el Informe de Retos y Tendencias en RRHH 2025 de Pluxee, el 55% de los trabajadores no están satisfechos con las medidas de conciliación de su empresa. ¿Por qué, si tantas compañías dicen ofrecer flexibilidad?

Qué medidas de flexibilidad laboral reclaman los trabajadores y por qué

Los datos muestran un desajuste entre lo que se promete y lo que se percibe en el día a día. A continuación, el termómetro general que dibuja el estudio:

IndicadorPorcentaje
Empleados insatisfechos con la conciliación que ofrece su empresa55%
Trabajadores insatisfechos con su equilibrio vida personal y laboral44%
Empresas que ya ofrecen medidas como flexibilidad horaria76%

¿Qué falta exactamente para que estas medidas funcionen de verdad? De acuerdo con las respuestas de los empleados descontentos, destacan estas carencias:

  • Falta de flexibilidad horaria (casi la mitad); ausencia de teletrabajo (42%); inexistencia de políticas de conciliación (35%); sin ayudas para guardería, menú del día o formación (25%); y falta de respeto a horarios y desconexión digital (22%).

En consecuencia, la sensación de “no llegar a nada” se dispara, especialmente los primeros días de curso. ¿No sería lógico adaptar la organización a estos picos de demanda familiar?

Cómo afectan estas carencias de conciliación a motivación, productividad y rotación

El impacto no es solo personal. Cuando el empleado percibe que la empresa no acompaña, cae el compromiso: aumenta el absentismo, hay más errores y se pierde foco. Además, el vínculo emocional se resiente y la rotación se acelera, con pérdida de conocimiento, costes de sustitución y riesgo para los proyectos.

La brecha también tiene un claro componente generacional: la mitad de los profesionales millennials o generación Z cambiaría de empleo si no puede conciliar. Por otro lado, muchas mujeres acaban recurriendo a reducciones de jornada para poder llegar a todo, con el coste profesional que conlleva.

El camino pasa por flexibilidad real: teletrabajo donde sea viable (total o híbrido), procesos que permitan trabajar desde cualquier lugar sin merma de productividad y una gestión basada en objetivos. De ahí que, pese a los anuncios, el reto esté en aplicarlo de forma consistente y ajustada a las necesidades reales.

En pocas palabras: septiembre pone el espejo. Quien responda con medidas útiles retendrá talento; quien no, lo perderá. Así de claro.

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