Hoy para nadie es un misterio que el mercado inmobiliario cada vez es menos asequible a un bolsillo estándar. Los precios disparados y la falta de oportunidades en las grandes ciudades hacen necesario que surja el ingenio para poder acceder a una vivienda digna. Es aquí cuando entra en juego un concepto que ha cobrado fuerza en los últimos años: las casas prefabricadas o recicladas. En este aspecto, encontramos a José Antonio, un manitas autodidacta que tuvo la idea de convertir los containers de camiones siniestrados en acogedoras viviendas equipadas con todo lo necesario. «Compro containers por 200 euros y los transformo en un apartamento de 35 m²». Ante lo difícil que resulta adquirir una vivienda hoy en día, este fabricante ha encontrado el modo de aprovechar la “chatarra” para ofrecer una oportunidad a quienes no tienen la opción de hipotecarse durante décadas.
De chatarra a una vivienda completamente equipada, y reciclada
José Antonio no solo se dedica a construir casas prefabricadas: él las habita, las perfecciona y las dota de una nueva vida que ofrece con total orgullo. “Esta casa la he construido yo desde cero». Donde unos solo ven chatarra abollada y oxidada, él ve una oportunidad de negocio. Cuenta que todo comenzó el día que adquirió por 200 euros la caja de un camión frigorífico siniestrado. A partir de ahí, comenzó a crear un apartamento que dejo a todo el mundo boquiabiertos debido a su increíble interiorismo. Todo cuidado hasta el mínimo detalle: suelos y paredes cerámicas, ducha con mampara, una cama de 1,35 m, cocina completamente equipada y hasta una moderna chimenea. Todo con las máximas calidades y sin el uso de plásticos.

Esto le ha llevado a aparecer en el portal digital de Arquitectura & Diseño, así como en el documental “Viviendo en un contenedor”, producido por el reportero Diego Revuelta. Esta filosofía de reciclaje nos enseña que hay un nuevo modo de concebir la vivienda, haciéndola más accesible a todo el mundo. El “piso piloto” cuenta con 35 metros cuadrados completamente habitables y todas las comodidades necesarias para llevar una vida tranquila y confortable. ¿El precio? Tan solo 21.000 euros, y viene totalmente amueblado. Cocina y baños completos y hasta un televisor.
El futuro de la vivienda pasa por la sostenibilidad y la inventiva
José Antonio no cree que sea un genio y opina que cualquier persona con ciertas habilidades puede lograr el mismo resultado. Solo hace falta inventiva e iniciativa. Aunque lo cierto que este tipo de viviendas no están hechas para todo el mundo. El público objetivo son personas solteras capaces de renunciar a una gran casa hipotecada por decenas de años. Este manitas visionario cuenta que no hay dos contenedores iguales. Cada uno se adapta a las necesidades y los gustos de quienes se lo encargan y son completamente personalizables.

Este modelo de vivienda no solo atrae al consumidor por su bajo precio, sino por su bonita estética y la orientación sostenible de la idea. El reciclaje toma aquí un claro pensamiento sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Lo que comenzó siendo un hobby se ha transformado en una oportunidad real para muchas personas que, de otra forma, no podrían acceder aúna vivienda digna. Este fabricante de casas recicladas piensa que vivir bien no tiene por qué ser un lujo reservado solo a unas pocas personas, sino una elección posible para todos.